Nicolas Gadano es economista y desde septiembre de 2018 es el gerente general del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Antes de asumir en el Banco Central se desempeñó como jefe de gabinete del Ministerio de Hacienda de la Nación, es decir un hombre de estrecha confianza de Nicolas Dujovne.
Conocido en el ámbito petrolero por su desempeño como economista senior de YPF es especialista en finanzas públicas y fue también subsecretario de presupuesto de Nación. Nicolas Gadano tiene 52 años y también un pasado tan intenso como su presente.
Vivió parte de su infancia en Neuquén y luego debió partir al exilio porque sus padres eran Montoneros, Brasil y Mexico fueron los países donde los Gadano residieron pero fue sobre todo México el que marcó su vida. En su cuenta de twitter (@ngadano) puede leerse: Nicolas Gadano argen-mex
Su pasado vinculado a la militancia montonera de su familia y su posterior exilio cobran en estos días nuevo protagonismo con la publicación del libro La caja Topper “Nací en junio de 1966, en el invierno porteño. Durante mi primer verano de vida, mi viejo se pasó cuatro meses de entrenamiento guerrillero en La Habana, mientras su esposa y sus dos hijos lo esperábamos en Buenos Aires. Ese comienzo lleva la marca que signaría el resto de mi infancia y adolescencia.” Al morir su mamá le entregaron una caja de zapatillas Topper con "todos los recuerdos que me pusieron en contacto de manera muy cruda con mi propia historia" dice Nicolas Gadano.
No es el primer libro que edita, en el sector de la industria hidrocarburifera esta muy presente Historia del petróleo en Argentina (ensayo, 2006), además sumó en 2012 la novela Tu querida presencia. En 2011 editó Amorcito Corazón, un disco de canciones compuestas junto con Gabriela Portantiero su compañera quien es además la hija del reconocido sociólogo Juan Carlos Portantiero.
Su pasado y su presente marcado por las presiones y las discusiones no condicen con el tono aplomado con el que en estos días suele escucharse a Gadano presentando su libro o quizá sean aquellas experiencias las que le permiten andar hoy con calma en medio de la tormenta a este economista fanático de Luis Alberto Spinetta.