(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Las acciones del gigante petrolero brasileño Petrobras, cerraron con un alza de 9.7% el miércoles, mientras que las acciones ordinarias de Petrobras, que conllevan derechos de voto y por lo tanto cuestan un poco más, subió un 7,7%.
Y hay al menos dos razones por las que esto sucedió. Por un lado, los precios del petróleo subieron en las operaciones del miércoles, obviamente una ventaja para un stock de petróleo como Petrobras. El índice de referencia WTI cerró con un alza de 2,5% a u$s 46.54 por barril, mientras que el precio del crudo Brent preferido internacionalmente subió 2.1% para cerrar en u$s 54.91.
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En ese discurso, Bolsonaro prometió "rescatar a Brasil de la corrupción" y "liberar a Brasil" del socialismo. Bolsonaro también prometió promulgar reformas favorables al mercado en Brasil, revisar el sistema de pensiones del país y privatizar las empresas estatales para alinear mejor sus intereses con los accionistas.
Este último punto podría ser especialmente importante para los inversores en Petrobras, dado que, según datos de S&P Global Market Intelligence, casi el 45% de las acciones con derecho a voto de Petrobras están controladas por el propio Brasil o por una subsidiaria de la empresa pública federal brasileña National Banco de Desarrollo Económico y Social.
Esto podría significar una mayor privatización para los accionistas de Petrobras, y se supone que para la compañía estatal y con más motivación para invertir y obtener ganancias para sus accionistas, en lugar de, por ejemplo, buscar mantener empleos para los votantes brasileños. Cortar lazos con el gobierno también podría ayudar a frenar la tentación de que Petrobras se involucre en escándalos de soborno de alto perfil y perjudiciales para los accionistas, y se puede esperar que ambos incrementen los retornos para los accionistas.
Que Bolsonaro ha hecho de la eliminación de la corrupción corporativa y gubernamental una piedra angular de su plataforma pre-electoral, también tiende a respaldar la esperanza de que Petrobras ocupe un lugar destacado en los futuros esfuerzos de privatización. Al menos eso parece ser lo que los inversores de Petrobras apuestan hoy.
