La petrolera estatal Saudi Aramco elevó su producción de petróleo a niveles récord en el año 2015, hasta alcanzar 10,2 millones de barriles diarios frente a los 9,5 millones de barriles del año anterior, mientras que sus reservas se mantuvieron estables en 261.100 millones de barriles diarios, según indica el informe anual del gigante saudí, que está inmerso en la planificación de la salida a Bolsa de parte de su capital para hacer frente a los bajos precios del petróleo.
Este aumento de la producción en términos anuales pone de manifiesto la postura adoptada por Arabia Saudí, que lideró la decisión de la última reunión de la OPEP de no rebajar la producción de crudo pese a la continua caída de precios, con el objetivo de mantener su cuota de mercado. Sin embargo, las autoridades trabajan en una menor dependencia del ‘oro negro’ con su Visión 2030, diseñada por el príncipe heredero Mohamed bin Salman.
En la carta de presentación del informe anual, el presidente de Saudi Aramco y nuevo ministro de Energía, Industria y Recursos Minerales, Khalid al Falih, ha indicado que la expansión del suministro de petróleo y gas forma parte principal del negocio de la petrolera, por lo que en 2015 “la compañía cumplió con sus compromisos, alcanzando niveles récord de producción de petróleo y procesamiento de gas”, además de haber descubierto tres nuevos campos petroleros y dos yacimientos de gas.
Al Falih también ha calificado de “complicado” el conjunto del año 2015. “Con un mercado en sobreoferta y una deprimida economía mundial el precio del petróleo cayó en más de un 60 por ciento respecto al máximo del año anterior”, ha recordado, además de hacer referencia a que los retos del cambio climático y rentabilidad han escalado a lo más alto de la agenda internacional.
Por su parte, el consejero delegado de la compañía, Amin Nasser, ha afirmado que el incremento de la producción “refleja el compromiso dual de Saudi Aramco de ayudar a asegurar la seguridad energética mundial e impulsar el crecimiento económico del reino“. Además, ha destacado que la compañía ha “rebajado la intensidad energética” de sus operaciones y ha renegociado contratos, lo que ha ayudado a “conseguir significativos ahorros de coste”.
En esta línea, Nasser ha afirmado que el objetivo de Saudi Aramco es actuar de “puente” hacia un futuro en el que el país dependa menos de las exportaciones energéticas. “Por supuesto, el sector del petróleo y gas será el puente hacia el objetivo a largo plazo y tenemos que maximizar nuestros beneficios introduciendo una mayor eficiencia en el sector”, ha afirmado, aunque ha subrayado que “Visión 2030 no dice ‘no al petróleo’ hacia 2020″.
“Lo que necesitamos es diversificar nuestra economías, deberíamos tener una economía más sostenible porque no podemos ser totalmente dependientes de una materia prima”, ha subrayado el consejero delegado de Saudi Aramco en una entrevista a la agencia Reuters.
Para ello, la petrolera estatal está trabajando en su privatización parcial mediante la salida a Bolsa de menos de un 5 por ciento de su capital y que se presentará próximamente al Consejo Supremo, por lo que las acciones de Aramco verían la luz hacia 2017-2018, aunque Nasser ha recordado que el calendario todavía no ha sido establecido.(E16)