(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Luego de una década del colapso de Lehman Brothers, que marcó el comienzo de la peor crisis económica de todos los tiempos, los técnicos del Banco JP Morgan han creado un modelo destinado a cuantificar cuándo y cuál será la gravedad con la que podría llegar la próxima crisis financiera. En tal sentido, ese indicador adelantado apunta a que los inversores deberían estar preparados para 2020.
Este indicador, vaticina una recesión menos dolorosa que las anteriores. Sin embargo, los bancos centrales no podrán usar los "fluidos" de liquidez que suavizaron los golpes de 2008, puesto que los balances de estas instituciones apenas están empezando a disminuir y la próxima crisis financiera llegará en menos de un año.
El resultado de la entidad bancaria, se obtiene en función de una serie de variables, a saber: extensión de la expansión económica, duración potencial de la próxima recesión, grado de apalancamiento de los agentes, valoraciones de los precios de los activos y el nivel de desregulación e innovación financiera previo al comienzo de la crisis.
"En todos los activos, estas proyecciones parecen moderadas en comparación con lo ocurrido en 2008", aseguró John Normand, asesor de JP Morgan.
Marko Kolanovic, analista senior del JP Morgan, cree que el gran cambio que se ha producido desde la inversión realizado de forma activa por distintos gestores hacia una gestión más pasiva, ha incrementado el riesgo de interrupciones del mercado. Kolanovic, aseguró en un artículo, que existe una potencia o futura "gran crisis de liquidez".
Esto se traduce como, los inversores que busquen vender sus activos en plena crisis, seguramente no encontrarán una contraparte que los quiera adquirir.
Además de la "cuestión de liquidez", Normand señaló que "la duración de la próxima crisis, es muy importante, ya que tendrá mayor impacto en los mercados, como se ha mostrado en los últimos episodios".
Es para resaltar que los economistas de Bank of America Merryll Lynch, también realizaron hace unos meses una simulación de cuál sería el impacto de una crisis leve en la Eurozona. Y según, ese informe, centrado en las finanzas públicas, se destaca que España sería el país más afectado, en términos de déficit y deuda pública dentro de las grandes economías.