En su informe dominical el portal financiero estadounidense Bloomberg, citando fuentes anónimas de la Casa Blanca, expresó que el Presidente Trump planea declarar la "Semana de la Energía" como parte integral de un plan para reordenar y reestructurar nuevas políticas de desarrollo energético en el ámbito legislativo, diseñado nuevos programas de exportación y eliminando barreras burocráticas que impidan una más eficiente y mayor productividad de petróleo, gas, carbón y otros tipos de energías, el informe también detalla la necesidad de reorientar las relaciones con sus aliados estratégicos en materia energética.
En el mismo informe se destaca, que la administración Trump tomará estas medidas debido a que sus antecesores "sólo hablaban de independencia energética en relación con los proveedores extranjeros de petróleo y gas". No obstante la aplicación de estas nuevas políticas energéticas, empeorarán a priori las condiciones del mercado internacional de petróleo, contando hoy por hoy con barril a la baja y con exceso de oferta. Al tiempo que la actual gestión de Trump, haría un viraje de 180° y permitiría la exploración y perforación en áreas prohibidas por el anterior Presidente Obama como por ejemplo en aguas federales en los océanos Atlántico y Ártico.
Cabe mencionar además, de acuerdo al informe, que de llevarse a cabo estas operaciones, tiraría por tierra los esfuerzos de OPEP para reestablecer los precios del crudo al alza y estabilizar el mercado energético en general.
No esta de más recordar que, la implicación de estas nuevas políticas energéticas se dan en un contexto económico realmente favorable desde lo rentable, 1.3 millones bpd enviados al exterior y una capacidad de refinación diaria de 17.51 millones de barriles; convirtiendo a EEUU en uno de los líderes mundiales en exportación de nafta y gasoil, debido a un notable incremento de refino de 800.000 bpd en tan sólo un año y medio.
Fuentes: Bloomberg.com